domingo, 31 de octubre de 2010

Las Primeras Aportaciones al pensamiento Economico

Las primeras aportaciones al pensamiento económico

2.21 el pensamiento económico hasta el siglo XVI

La ciencia económica, al igual que todas las ciencias, han sido precedidas por un conjunto de conocimientos empíricos. Antes de la sistematización del conocimiento económico, las ideas han sido para resolver problemas particulares o para justificar, sin mayor fundamento, sin rigor científico, el “estado de cosas” que obviamente ha sido para beneficio de sectores sociales, en la cúspide del poder.
A pesar de la degradación, del rechazo hacia los escritores de la antigüedad, lo cierto es que la preocupación que tuvieron por explicar problemas de su época, así sean las soluciones muy limitadas y simplistas, habrá que reconocer sus aportaciones a lo que después se conocería como ciencia económica.
El reconocimiento de que antes de 1750 no existía un cuerpo de conocimientos económicos sistemáticos completo, no descalifica el esfuerzo de importantes pensadores anteriores al siglo XVIII.
Así, se tiene que autores como Platón, Aristóteles, Jenofonte, Tomás de Aquino, William Petty, Juan Bodino, Thomas Hobbes, Bernard de Mandeville y otros, han aportado importantes ideas en el campo de la Economía.
2.1.1. El trabajo y el dinero en Hesíodo, Aristófanes, Aristóteles, Platón y
Jenofonte.
La mayoría de los estudiosos de la historia económica, han criticado la falta de conocimientos, en la época anterior a 1750. En ocasiones se ha criticado el hecho de no existir aportaciones serias, científicas, en el terreno de la ciencia económica. Sin embargo, debemos tener presente que las condiciones en cada época han sido distintas y que la aportación a cualquier campo de las ciencias ha sido paulatino y en el campo de la Economía no es distinto.
Afortunadamente han existido pensadores que a través del tiempo, han sido capaces de valorar en su justa dimensión los aportes de los que podríamos considerar precursores de las ideas de reconocidos pensadores modernos.
Los autores anteriores a 1750, habían tratado aspectos que a la sociedad de aquel entonces le importaban, como por ejemplo asuntos relacionados con la política y la moral, en una sociedad dirigida, controlada, por la iglesia y las monarquías y en donde los problemas a resolver eran otros.
Así, con limitaciones y errores, se tiene que Tomás de Aquino ya había estudiado la formación del valor, algunos otros estudiado los factores de producción, la cantidad de dinero y su relación con los precios, el valor de uso y el valor de cambio, etcétera Como sabemos, todos estos conocimientos se fueron sistematizando a lo largo del tiempo y perfeccionando por medio del análisis y aportaciones de diferentes autores.
Cuando se intenta saber cuándo se presentan los primeros conocimientos
organizados más cercanos a la Economía, se recurre al estudio de lapolis griega. No se encuentra documentación suficiente al respecto en los tiempos de
los faraones o incluso en tiempos de los antiguos israelitas.
Los griegos fueron una sociedad en la cual los problemas económicos se
reducían al ámbito familiar.
Jenofonte1 expone en “Económica” planteamientos que tienen que ver con la administración del patrimonio privado, y la obra “Ingresos” con la solución de los problemas de la ciudad.
Jenofonte es reconocido por la historia económica como uno de los “socráticos” que se preocupó por en base a su experiencia empresarial, establecer o formular normas para la gestión económica.
Este personaje se dedicó a la agricultura (lo que Sócrates llamó artes adquisitivas), actividad a la que consideraba la más noble y un medio para enriquecerse, siendo la fuente de toda prosperidad.
Como la Economía es en su concepción original, la administración de la casa (oikonomikós), en Jenofonte eloikós era una unidad administrativa compleja en donde había múltiples y variadas funciones. En su empresa separó las funciones básicas (división del trabajo). Él se encargaría de la supervisión del trabajo de campo y las operaciones de mercadeo, y su esposa, de los esclavos y de todo el proceso de industrialización. Con el objetivo de ser más eficaz y eficiente, subdivide las operaciones de la casa, y el campo: Nombra a un intendente para la casa y a un capataz para el campo.
En Economía, tanto en su obraEconómica, como en Las rentas de Atenas,
Jenofonte analiza algunas nociones como las siguientes:
La riqueza para un empresario la constituye el volumen de los bienes
disponibles. La riqueza es material, como no material (ética).
La esencia de los bienes es la utilidad. La utilidad puede ser directa (uso), como indirecta (intercambio). Debe ser siempre compatible con la moral. La utilidad será conveniente cuando es bueno y bello.
Plantea de manera incipiente los rendimientos decrecientes al observar una producción que sea más de la necesaria, o si los trabajadores son en demasía (los esclavos). Para las minas de plata, observa los rendimientos crecientes.
Considera que la oferta y la demanda tienen influencia sobre los precios
(escasez y abundancia).
Considera la importancia de la división del trabajo, la interdependencia en las actividades económicas y la relación entre economías distintas, a nivel global.
En cuanto a la Economía política, señala que la Economía privada y la Economía pública tienen los mismos objetivos: incrementar la riqueza. La Economía del Estado debe fomentar la agricultura, el comercio y la industria, asegurándole ganancias al Estado.
Aristófanes fue uno de los grandes comediógrafos de la antigua Grecia, que reflejaban a través de sus obras el pensamiento sobre la sociedad, sobre el ser, expresándolo en obras teatrales.
Se le ha adjudicado la paternidad de la que después se le llamó “ley de
Gresham”, la cual dice que el dinero bueno desplaza al dinero malo.
Al hacer Aristófanes referencia a los políticos, dice que los ciudadanos buenos son desplazados por los malos, en el ejercicio de la actividad pública porque estos últimos, carecen de barreras morales. Con esto hace una comparación en relación a la moneda.
El argumento es el siguiente: cuando en una sociedad circulan dos monedas, una buena y otra mala, la moneda buena se retira de la circulación para atesorarse; la mala, circula más rápidamente por que las personas quieren desprenderse de ella.
Para los griegos, los hombres ricos son en su mayoría deshonestos y corruptos, ganan y gastan el dinero de cualquier manera, el dinero tiene una naturaleza trágica. A lo largo de la historia, se presenta una ambivalencia divina, lo bueno y lo malo, que también se observa en el poder de la riqueza, con la plutarquía, representando ésta los poderes fácticos del dinero y la tiranía de los ricos sobre los pobres.
Esta doble naturaleza de la moneda dependerá del uso que se haga de ella, si no se utiliza para satisfacer una necesidad, es perjudicial para el hombre, siendo la acumulación una actividad pervertida (del mismo modo que la usura y adquisición de bienes superfluos), su función natural es el intercambio.
Para Aristófanes, la riqueza debe distribuirse entre los hombres honrados (para el, son los agricultores), debe hacerse en función del trabajo, del esfuerzo aportado
En el siglo V antes de la era cristiana, los llamados sofistas2 se pronunciaron por dar cabida en la sociedad del “espíritu” de lucro, es decir, estuvieron de acuerdo en que se permitiera romper con el estado de cosas tradicional y exaltaron el comercio entre las civilizaciones.
Ante estas ideas tan liberales para la época, hubo oposición por parte de Platón
y Aristóteles, las dos grandes figuras de la filosofía antigua.
Con Platón se tienen un conjunto de ideas que no tienen un basamento científico, son producto de su imaginación, pero son interesantes en el sentido de tratar de construir una sociedad, en donde se cuestiona el enriquecimiento personal y la propiedad privada.3
Platón fue un personaje que le tocó vivir en el período de madurez de la cultura ateniense, en el siglo IV a. C., fue parte importante de la tradición aristocrática, que menospreciaba el trabajo manual y las pretensiones sobre la riqueza. Exaltaba el trabajo del estadista, de los guerreros y el de los productores agrícolas.
En su obra La República, realiza análisis del Estado ideal, para él los gobernantes tendrían que ser educados desde su infancia para ser responsables y afrontar sus responsabilidades; la clase gobernante sólo debía tener la propiedad indispensable para su propio mantenimiento. Los artesanos no deberían tener responsabilidades de tipo político, ya que su función
productiva, distraería sus deberes para con la ciudadanía.
En una sociedad, todos los individuos deben tener asignada su misión; las clases bajas tienen derecho a la propiedad, para que con su trabajo, contribuyan al mantenimiento de las clases superiores (magistrados y guerreros). Estos últimos no tendrían derecho a la propiedad, el trabajo de los demás les permitiría solventar sus necesidades.
Platón consideraba que los miembros de una sociedad no son autosuficientes, las diversas actividades existentes, obligan a la vida comunitaria, para satisfacer las necesidades. Esbozó ideas acerca de la especialización en el trabajo, al considerar que hay una mayor producción y mayor calidad cuando los hombres hacen lo que es propio a su naturaleza.
Respecto al Estado, consideró que un Estado demasiado grande, era difícil de administrar, decía que no debería ser tan grande que los talentos utilizados no se conocieran entre sí.
La república, es catalogada por algunos como una obra en donde se exponen
ideas de tipo comunista, y es producto de una forma de pensar muy especial.
Para este autor, el móvil del enriquecimiento personal es esclavizante desde el punto de vista de la moral; puede incluso hacer que se cometan acciones injustas.
Los historiadores consideran que la teoría de la Economía clásica se inicia con los escritos de Adam Smith, con su obra La riqueza de las naciones. Por lo tanto, las ideas que se plasman en la obra son resultado de la práctica económica de los doscientos años anteriores a 1776, año en que aparece la referida obra
El período preclásico se extiende desde el año 800 antes de nuestra era, hasta 1776; en un primer subperíodo, se abarca el pensamiento griego con Hesíodo, Jenofonte, Aristóteles, y el llamado período de la escolástica con Santo Tomás de Aquino considerado como uno de sus destacados representantes.
A lo largo de la historia económica, las preocupaciones de los pensadores y de la sociedad en su conjunto han variado, esto ha dependido del desarrollo de las sociedades y las motivaciones de los agentes económicos.
Por ejemplo, en la actualidad en apego a la teoría económica vigente, la escasez relativa de los recursos de la sociedad es la fuente de todos los problemas existentes, dado que el mundo está dominado por el mercado, lo que preocupa es que los recursos se administren óptimamente, con la finalidad de asegurar altos rendimientos a la empresa privada. La idea es que si los recursos se utilizan eficientemente, se asegura la solución de los problemas.
La óptica de los pensadores antiguos, es decir los preclásicos, no consideraron el estudio o importancia del mercado en sus observaciones de la realidad económica. Su interés se centró en explicar las consecuencias de las actividades económicas en la vida de las personas.
En esencia, las comunidades no dependían de factores externos para la
satisfacción de las necesidades de los grupos humanos, las comunidades eran

Las primeras aportaciones al pensamiento económico
autosuficientes. Una de las preocupaciones importantes tenía que ver con la
distribución de los bienes y otra fue la relación de las actividades económicas
entre sí.
En la Edad Media y en la Grecia antigua, la Economía estuvo restringida por la divinidad y por la racionalidad humana; esto es, que la explicación económica estuvo limitada en lo externo y lo interno, en donde lo mundano no es la felicidad, porque se pensaba que la felicidad no es de este mundo.
Un pensador preclásico importante de la civilización griega fue Hesíodo. En dos
de sus obras expone sus ideas: “Teogonía”4 en la cual señala que el mundo de los dioses esta regido por Zeus y que exista una separación entre la divinidad y los hombres; en Los trabajos y los días explica sus ideas económicas.
El pensamiento de Hesíodo se ubica como el iniciador de la filosofía occidental,
representa un período de transición entre el mito y la filosofía. Su razonamiento es
un bloque de ideas míticas y de corte filosófico racional (causalidad mítica y causalidad racional), es entonces una mezcla de preocupaciones terrenales, racionales –se preocupa por un orden estable y justo- enlazándolo siempre con el mundo de los dioses. En la teogonía hay una separación entre los dioses y los seres humanos, éstos últimos tendrán una vida llena de trabajo y penas, siembre bajo la mirada de los dioses.
En Los trabajos y los días, Hesíodo se refiere a la eficiencia en términos de la relación entre el productor y la satisfacción de las necesidades de la familia. (No en relación al conjunto de la sociedad). El trabajo es un deber impuesto por la divinidad, su labor fundamental se encuentra en el campo. El fin del actuar económico es la casa, todo el mundo social gira en torno a esta idea, de esta forma, la Economía se restringe para la sobrevivencia. El concepto de una Economía en crecimiento no forma parte de las ideas de Hesíodo, el fin es la sobrevivencia. Las actividades del campo son las que generan la riqueza buena, es la que da sustento a la Economía básica, la Economía de la casa.
Aristóteles es también un personaje del preclásico griego, considera que la comunidad es el fin del actuar económico y es una constante su referencia a las limitaciones económicas, a la subsistencia de laPolis y su modernidad. A diferencia de Hesíodo, no considera el aspecto divino como aquello que determina el actuar en Economía.
Para Aristóteles, la vida se desenvuelve o se organiza de manera natural y establece que el hombre y toda la comunidad se asocia en parejas (hombre- mujer, padre-hijo, dueño-esclavo) por necesidad. El intercambio entre los miembros de la polis es natural, por necesidad.

Dice Aristóteles que la ciudad es la comunidad que se origina de varias aldeas,
perfecta, en la que se da la autosuficiencia total. La ciudad es autosuficiente, es
autárquica, porque tiene todo lo necesario para su vida. Una característica de la
ciudad es que está delimitada, tiene un tamaño natural, tiene su población y su territorio (terreno). Esta condición indica que la polis tiene su propio límite externo en cuanto a la actividad económica y la Economía es para darle sustento a la ciudad.
Tenemos entonces que la polis es una organización perfecta puesto que la autarquía en una ciudad limitada es capaz de cubrir las necesidades; dentro de lo cual, para Aristóteles, la Economía es una herramienta para buscar el bienestar.
No se encuentra en Aristóteles una alabanza al trabajo, esto se explica porque a diferencia de Hesíodo, esta forma de interpretar el estado de cosas es racionalista, no divina; es una explicación bajo la perspectiva de lo bueno y lo
malo, de la polis y no desde la perspectiva de la “casa”.
Aristóteles señala la distinción entre la buena y la mala actuación en el ámbito económico (la crematística natural y la crematística no natural). Partiendo de la idea de que el actuar económico se deriva de las reglas que impone la razón humana, la buena actuación es la que se mantiene dentro de los limites de la polis, de la autarquía, tratando de mantener una forma de vida; la mala se da cuando se sobrepasan los límites que la razón impone a la polis y se da un enriquecimiento ilimitado, en este caso, la Economía se dirige hacia la ganancia obtenida por el comercio, siendo una Economía no natural porque ha rebasado los límites de la polis (se manifiesta una transformación, en la cual el comercio es una actividad que busca el dinero por si mismo).La ganancia como meta, en el pensamiento de Aristóteles es malo, puesto que el intercambio no tiene como meta la satisfacción de las necesidades.
2.1.2. El sistema tributario, una aportación de los hebreos.
Se puede afirmar que la historia de los impuestos es tan antigua como la sociedad misma. Cuando los grupos humanos se han organizado en comunidades independientes, han establecido tipos y formas distintos de impuestos para cubrir las necesidades de la vida en comunidad.
Un impuesto es una contribución que se establece por ley, es decir es obligatorio, para que los ciudadanos aporten al Estado, un pago en dinero o en especie, para beneficiar a la comunidad. Los impuestos son la base principal que sustenta los gastos del Estado.
Los primeros censos conocidos, fueron elaborados con carácter fiscal o para
proceder al reclutamiento militar. El Código de Hammurabi era una colección de leyes y edictos del rey Hammurabi de Babilonia, y constituye el primer código
conocido de la historia.
En Babilonia, en el año 3800 a. de C. los censos se llevaban a cabo para hacer un cálculo aproximado de los futuros ingresos proporcionados por los impuestos.
Este código mencionado, glorifica la labor realizada por Hammurabi para conseguir la paz, con una explícita referencia a que el monarca fue llamado por los dioses para que "la causa de la justicia prevalezca en el mundo, para destruir al malvado y al perverso", además de describir las leyes para que "la gente disfrute de un gobierno estable y buenas reglas", que se dicen escritas en un pilar para que "el fuerte no pueda oprimir al débil y la justicia acompañe a la viuda y al huérfano".
En España, cuando la dominaban los musulmanes, los tributos se diversificaron. Se establecieron varios impuestos como los que gravaban las cosechas, los cobrados sobre transacciones económicas, derechos sobre los rebaños, las tierras, etcétera.
Hubo dos impuestos muy importantes: Los derechos de aduana (almojarifazgo)
y las gabelas que se pagaban al comprar o vender algo.
“En los reinos cristianos, se cobraban impuestos en razón de las necesidades que el Rey tuviera: hacer una guerra, construir un puente, etcétera. Por tanto, las Haciendas eran perentorias, es decir, el impuesto venía a establecerse por la necesidad y, por tanto, no era necesario hacer un documento de previsión de gastos e ingresos (presupuesto)”.
En Grecia, los impuestos eran considerados como un apoyo al Estado para que cumpliera con compromiso del bien público; no se consideraba como sometimiento del ciudadano a los designios de Estado. Los ciudadanos griegos no concebían que un hombre libre estuviera sujeto por la ley a un pago de impuestos en contra de su voluntad. Para ellos los impuestos personales directos iban en contra de la dignidad y de la libertad de los ciudadanos. “Los únicos impuestos que aceptaron fueron algunos directos, como aduanales, de mercado y hasta algunas tasas judiciales; posteriormente surgen los impuestos personales, pero no como una necesidad del bien común, sino más bien como resultado de los conflictos bélicos”.
La nobleza existente en la época de las monarquías hereditarias, las dueñas de las tierras, obligaban al ciudadano a contribuir con recursos propios para los gastos sociales y públicos.
A medida que pasó el tiempo, y las necesidades aumentaron, los ingresos de la corona no eran suficientes para atender los gastos de la colectividad. Los griegos, tan hechos a magnificar sus festividades religiosa y el embellecimiento de sus ciudades, tuvieron que aceptar por necesidad la puesta en práctica de los impuestos indirectos, esto es, a los que gravan los gastos y consumos
familiares.
Así, la relación entre ingresos por concepto de impuestos y los gastos públicos
aparecía por primera vez en la historia de la Humanidad.
2.1.3. Formas de propiedad y distribución de la riqueza del Medievo al
Renacimiento
La escolástica fue una doctrina económica, ubicada desde antes de la caída del imperio romano, hasta el comienzo del mercantilismo en Europa Occidental. Tiene el antecedente de la Edad Media como un periodo en el que el dominio de la iglesia católica romana fue decisivo para el devenir de la humanidad.
Referirnos a la Edad Media es decir que la producción de bienes materiales, a pesar de su importante aumento, no tuvo un papel fundamental en la vida cotidiana. No hablamos de una sociedad en la que el mercado le imprimiera su dinámica, más bien, tenemos la existencia de una sociedad cerrada, practicante de una agricultura de subsistencia, controlada política e ideológicamente por la iglesia y la monarquía.
Existían en la Edad Media cuatro grupos: Los terratenientes (los dueños de la
tierra), los siervos, el clero y la realeza.
La mayor parte de la tierra estaba en propiedad de la iglesia católica y del rey. Las tierras del rey eran administradas-explotadas por los nobles o los llamados señores feudales, con el compromiso de la lealtad y las obligaciones, producto de la tradición y las costumbres, como proveer servicios y bienes al rey.
El uso de la tierra y las obligaciones se heredaban por consanguinidad, de padre a hijo, el señor feudal dominaba por completo, estableciendo un dominio vertical hacia abajo. El siervo y el señor mantenían una relación dominada también por la costumbre y la tradición.
El siervo trabajaba la tierra por tradición, teniendo la obligación de pagar al señor con trabajo, con especie y al final del período con dinero. A cambio, el feudal se comprometía a defender con sus recursos, al siervo del ataque de los enemigos en tiempo de guerra.
La Iglesia, que también explotaba la tierra, lo hacía mejor: Su administración era más eficiente, puesto que tenía a sus disposición a los clérigos, que estaban mejor dotados en términos de preparación, por ser letrados.
La propiedad de la tierra era de dios, esto se aceptaba humildemente por la clase trabajadora, aceptaban la sumisión, la tierra era dada en custodia al rey por derecho divino. Tal vez por ello, no se registran grandes sublevaciones de trabajadores en contra de los señores feudales.
La estructura de la propiedad de la tierra y su liga con la divinidad, obligaba al siervo a aceptar tal estado de cosas; no hacerlo significaba poner en peligro su salvación en el mundo de dios, en el más allá.
La tierra, el trabajo y el capital, no estaban sujetas a las leyes del mercado como hoy, por lo tanto la producción de bienes no estaba destinada a la compra- venta.
Sin embargo, al paso del tiempo se presentaron factores que empezaron a
modificar el estado de cosas, a carcomer los cimientos de la sociedad feudal.
Los 500 años anteriores a 1450, la sociedad feudal se transformó. Los cambios tecnológicos, los que desplazaron la tracción animal y la potencia mecánica del viento y el agua, dando paso a la manufactura.
La escolástica aparece como el medio para tratar de explicar los fines de la religión con las actividades seculares, fue el dar a conocer un conjunto de reglas económicas que no se divorciaran de la enseñanza religiosa católica.
Su máximo representante fue Tomás de Aquino, su interés se centro en la propiedad privada, en la cuestión de los precios y en la usura. En términos generales, la escolástica representa la aceptación de la iglesia de aspectos económicos que la habían rebasado y que demandaba coincidir con los cambios que se estaban dando en la sociedad.
Basándose en escritos de Aristóteles, Tomás de Aquino trata de conciliar la enseñanza religiosa con, por ejemplo, la propiedad privada, la riqueza y la ganancia económica; aspectos que los documentos bíblicos condenaban.
Según el nuevo testamento, la propiedad individual no debería existir porque se alejaba de la ley natural; sólo existía la propiedad comunal. Aquino ajusta el concepto para los seglares, los civiles, los terrenales, aceptando que esto no era incompatible con los preceptos religiosos. Argumento de manera victoriosa que la propiedad privada no era contraria a la ley natural. Acepta la regulación de la propiedad privada y su desigual distribución.
En conclusión, los escolásticos de mediados del siglo XV proporcionaron elementos de análisis económicos fuera del contexto tradicional de la iglesia, ayudando al desarrollo de una creciente y cada vez más importante Economía de mercado.
Durante el siglo XVI, se desplaza por Europa una serie de ideas centradas en el retorno al pasado grecorromano clásico. Es un movimiento en todos los órdenes que nace en Italia, extendiéndose a toda Europa, siendo favorecido a opinión de los expertos, por el invento de la imprenta.
El renacimiento es un período histórico que sucede a la Edad Media y deja sentir su influencia hasta el siglo XVII. La sociedad feudal se transforma en una sociedad dominada por instituciones políticas centralizadas, con una Economía urbana y mercantil.
La Economía de mercado se desarrolla a plenitud liberando los recursos para la producción, junto con el cúmulo de conocimientos científicos y tecnológicos que harían posible, la transformación de la sociedad, hasta desembocar en un nuevo período de la historia de la humanidad, la era del capitalismo.
La palabra clave fue la libertad, libertad para el comercio, para la mano de obra, religiosa, del poder económico y político, la separación Iglesia-Estado, la consolidación de una nueva clase social más pujante y ambiciosa, etcétera.
2.2
En el siglo XVI, los problemas económicos reciben una revisión que hace girar la percepción escolástica hacia una interpretación en donde lo importante era encontrar la manera de enriquecer al Estado.
La Economía europea se expandía en virtud de los descubrimientos geográficos, lo cual abría amplios mercados, se tenía a disposición materias primas en abundancia y había un flujo considerable de metales preciosos. Estas condiciones y recursos posibilitaban el crecimiento económico, lo que demandaba mayor capital, tecnologías apropiadas y la legitimación de la obtención de ganancias sin obstáculos.
El capital acumulado en la explotación de la tierra y las ganancias mercantiles, se orientó a la apertura de negocios nuevos y a las manufacturas. El lucro como móvil se fue adentrando en la sociedad y la burguesía se fue adueñando de los espacios otrora dominado por los medievos. Estamos ubicados en el tiempo de la aparición de los grandes Estados modernos como el de Los Reyes Católicos de España, Inglaterra de Enrique XVIII y Carlos V, Luis XI de Francia.
De ahí en adelante, la Economía se convierte en Economía política, al abandonarse las pretensiones de la unidad cristiana y al ubicarse en el centro de la discusión la supervivencia y el engrandecimiento del Estado.
En este contexto, habría que fomentar el desarrollo económico bajo otra perspectiva, aquella en la cual se tendría que dar, en el contexto de la competencia ente las naciones.
El mercantilismo no fue un conjunto de conocimientos el cual, los autores de las ideas, coincidieran totalmente, existen diferencias en los países, en el tiempo, e incluso algunos consideran que no fue totalmente antiliberal (escuela del pensamiento que en el siglo XVIII tuvo sus apogeo); sin embargo, tiene características que son comunes a los distintos autores. Las características son las siguientes:
a) La ilusión crisohedónica (placer por los metales). Esto es, la preferencia o inclinación de considerar a los metales preciosos como el fin de la actividad económica. Es pertinente aclarar que el dinero no significa necesariamente riqueza, se reconoce que el dinero es un medio que permite aumentar la riqueza.
b) Intervención del Estado. El Estado mediante controles diversos, debe
regular la producción o adquisición de metales.
c) Balanza comercial favorable. Como todo gira en torno los metales, la participación Estatal favorecería la entrada de éstos y evitaría su salida, además de aumentar su producción interna o buscar medios para adquirirlos. De manera general, el Estado deberá favorecer las exportaciones y limitar las importaciones.
d) El comercio y la industria. Para desarrollar la industria, se tendría que producir barato, y para ello habría que establecer topes en los salarios, ente otras medidas.
Considerando que las condiciones variaron a lo largo de los años, se ha dividido
la historia del mercantilismo en tres períodos.
El primero abarca todo el siglo XVI, caracterizada por la creencia en que los metales preciosos eran mercancías privilegiadas y el centro de la explicación del crecimiento de las naciones. Se estudiaron entonces problemas de tipo monetario, que en España se le denominó “bullonismo” (se deriva debullión que significa lingote de oro) o metalismo.
Al mercantilismo también se le conoce como sistema mercantil, en Francia se le llamó “colbertismo” (del Francés Jean Colbert) y en Inglaterra se le llamó “cameralismo” (se deriva de Kamera que significa, en Alemania, el lugar en donde se guardaban los fondos públicos).
Acorde a la idea de que la abundancia monetaria contribuía a la riqueza, los españoles trataron de evitar la salida de metales de su país al extranjero (oro y plata que habían explotado y extraído de América, durante el proceso de colonización). Economistas como Juan Bodino, Antonio Serra, Juan de Mariana y Bernardo Davanzati estuvieron interesados en estudiar la influencia del dinero sobre los precios. Es a ellos que se debe la elaboración de la teoría cuantitativa del dinero, contribuyendo así con el progreso de la ciencia económica. El razonamiento era que si los precios se elevaban (producto de la observación de la época), la razón era la pérdida del valor del oro por su abundancia, lo que en ese entonces demostraba que el oro y la plata eran como cualquier mercancía, por lo tanto, la variación en sus valor se daba en razón inversa a su cantidad (en la actualidad esto se equipara a las leyes del mercado, es decir, a la ley de la demanda y la ley de la oferta).
El segundo período abarca el siglo XVII, a pesar de algunas ideas de corte liberal, el mercantilismo se mantuvo, aportando nuevos ingrediente, convirtiéndose en una doctrina que rechazaba el principio crisohedonístico (un estado es rico por la cantidad de metales que posee), ahora, se consideraba que era la producción y el trabajo lo que hacía a una nación rica y poderosa; por lo tanto, los esfuerzos de los gobiernos estarían dirigidos a aumentar la producción.
Ente los mismos estudiosos existían diferencia en cuanto cuál era la actividad económica que habría que desarrollar. Para algunos era la agricultura, para otros, el comercio en las ciudades y la industria. Antonio Serra, uno de los italianos identificado como mercantilista, criticó que se considerara a la agricultura como la actividad más útil, ya que señalaba que la intensificación del trabajo agrícola producía rendimientos progresivamente decrecientes (incipiente ley de los rendimientos no proporcionales); en cambio, el aumento del trabajo en la industria aumentaba los rendimientos.
En relación al comercio internacional, sin abandonar el propósito de mantener un balance favorable en el comercio, se observa una mayor flexibilidad en el mismo. Juan Bodino fija los principios de la nueva política, se establecen medidas de corte liberal como por ejemplo: se permite la salida de dinero a otros países, se prohíben exportar materias primas nacionales, se permiten la importación de las mismas, se establecen derechos (impuestos) sobre productos terminados, se fomenta el monopolio de la marina mercante, se mantienen bajos los salarios, etcétera.


Al siglo XVIII pertenece el tercer período, caracterizada por un cambio de mentalidad en torno a la prosperidad de la nación. Ahora los aspectos económicos se fueron paulatinamente independizando de los asuntos políticos, de tal manera que interesaba saber la forma en que se podría lograr la prosperidad.
Durante este siglo, las opiniones fueron diversas y en conjunto influyeron en la transformación de las economías, aunque se tiene en autores ingleses los antecedentes conservadores.
Así tenemos que en Inglaterra la investigación económica estuvo orientada al
interés y las leyes del comercio internacional.
Dos autores importantes tuvieron divergencia al analizar el comercio entre los países: Thomas Mun considero que el interés condicionaba al capital. Al aumentar el interés, aumenta el capital; lo contrario pensaba Joshia Child; se pronunciaba por la baja en el interés y altos salarios. El resultado de la conquista del mercado externo se debía a intereses bajos por el fomento en negocios nuevos y baja en precios, fue además partidario del aumento a los salarios ya que esto hacía aumentar la población.
Ya entrado el siglo XVIII, desde Inglaterra se aconsejaba que la intervención del estado fuera menor y que la producción se inclinara hacia los mecanismos de mercado.
Aspecto decisivo fue el relativo a los gremios; se aceptaba ya que estas organizaciones de trabajadores impedían el desarrollo industrial. La libre empresa privada permitió el desarrollo tecnológico en la producción de la industria algodonera y metalúrgica.
La libertad en los asuntos económicos fue ganando terreno, contra las trabas de las decisiones del estado; ahora cobra importancia el apoyo a la empresa en vías de desarrollo, la inversión extranjera, la baja en los impuestos, libertad en precios e intereses, etcétera En relación a la balanza comercial, lo relativamente novedoso era tratar de lograr un saldo favorable en base al aumento en los intercambios, con niveles de precios adecuados, dejando de lado el control vía prohibiciones o aranceles altos. El tipo de interés y el dinero fueron parte importante de los análisis de los mercantilistas. Ya se concebía y aceptaba que la expansión de las empresas se lograba por medio del aumento en la oferta monetaria y la baja en el tipo de interés.
2.2.1 Mercantilistas.
Ideas generales del mercantilismo.
El mercantilismo fue una práctica económica que se remonta entre los años 1500 y 1750 en Europa Occidental, y se desarrolla fundamentalmente en Francia e Inglaterra. A diferencia del escolasticismo que como vimos, estaba practicada por los monjes de la edad media, el mercantilismo fueron un conjunto de ideas económicas dadas a conocer por los interesados en defender las actividades de los mercaderes, o por personas que se oponían a los obstáculos de las sociedades autárquicas.
Fue la promoción de la manera de hacer riqueza y tener poder fuera del contexto del feudo, en una época en la cual el Estado-Nación se imponía como una nueva forma de vida y de organización social, teniendo como pretensión lograr mediante las políticas económicas, el desarrollo de la Economía.
La idea central en los mercantilistas, consistía en desarrollar el comercio entre las naciones para aumentar el poder y la riqueza de las mismas, por lo tanto, era de especial importancia considerar la situación de la Balanza Comercial (en términos actuales, en ella se registran las importaciones y las exportaciones de bienes y servicios entre los países).
En la actividad económica, lo que interesa es la producción y no el consumo interno de los mismos. Los mercantilistas no consideraban que en la Economía lo más importante era la producción, el aumento en las exportaciones y la restricción en el consumo interno; para ellos no tenía importancia la existencia de una oferta doméstica, por lo que la pobreza en un país era una situación de escasa preocupación.
La pobreza en un país era justificable en la medida que los salarios bajos contribuían a mejorar la competitividad de la Economía, y, por el contrario, salarios altos inducían a los trabajadores a tener un menor rendimiento y consecuentemente habría una menor producción, lo que a su vez reduciría las exportaciones.
La fórmula para los mercantilistas estaría en función del aumento en la producción, el aumento en las exportaciones y por añadidura el aumento en la riqueza de un país.
Un factor decisivo en los mercantilistas lo constituye la intervención del gobierno en la Economía. Específicamente, la intervención gubernamental consistiría en la regulación del comercio exterior y la estimulación en la producción. Aumentar las exportaciones y disminuir las importaciones sería la manera de logra un balance favorable en el comercio. La manera de lograr desalentar las importaciones era por medio de una política proteccionista, esto es, el gobierno debería imponer altos aranceles (impuestos), subsidios, cuotas y otras medidas. De la misma manera, se deben alentar las importaciones de materias primas baratas que se incorporen a procesos productivos, de bienes que se exporten.
Aunque existe discrepancia entre los propios mercantilistas, en general abogaban por la obtención de una balanza comercial favorable. Por ejemplo, un grupo de mercantilistas consideraban que eran los metales preciosos los que generan riqueza en un país, en lugar de bienes y servicios, o los que señalaban que la balanza comercial favorable sólo sería factible con cada nación, a diferencia de la posición que señala que debe ser con el total de las naciones.
Los primeros mercantilistas, aquellos que estaban de acuerdo con la acumulación de metales preciosos (existía un gran flujo de estos metales de otras regiones del mundo dominadas por los europeos) como fundamento de la riqueza, recibieron agudas críticas de los clásicos de la Economía. Sin embargo, hubo mercantilistas que ofrecían otra explicación, ajena a la interpretación de los metales, aportando su análisis con la función desempeñada por el dinero en las economías.
El papel del dinero fue analizado por otros pensadores del siglo XVI, el siglo XVII
y el XVIII. Jean Bodin estableció la relación entre la cantidad de dinero y el nivel general de los precios; después John Locke demostró que la cantidad de dinero en una Economía y su velocidad de circulación influyen en el nivel general de la Economía.
En el siglo XVIII, David Hume desarrolla una teoría sobre el nivel de los precios, la consiste en lo siguiente: En una Economía con balanza comercial favorable se tienen más cantidades de metales preciosos, lo que hará aumentar el nivel general de precios; en contra posición, habrá economías en las que su balanza comercial es desfavorables, en las cuales los precios serán menores, lo que redundará en el aumento de las importaciones y la reducción de las exportaciones, del país que en un principio tiene una relación favorable en términos de comercio. Esta situación establecerá un equilibrio o autocorrección en las economías que participan el comercio internacional, por lo tanto, la balanza comercial favorable en un determinado país nunca puede ser continua.
Los mercantilistas consideraron que los determinantes principales de la actividad económica, son los factores monetarios, señalaban que la oferta de dinero influía en los cambios de la producción real y era esencial, en el crecimiento del comercio interno y externo.
Tiempo después, los clásicos apuntarían que son los factores reales los determinantes de la actividad económica; tales como los bienes de capital, la cantidad de trabajo, y otras variables; la cantidad de dinero sólo afectaría el nivel general de precios, exclusivamente.
A continuación se exponen algunas de los autores destacados y sus ideas más
importantes, consideradas como mercantilistas.
Thomas Mun.
Como todo mercantilista, Mun enfatiza la importancia de la balanza del comercio
y en general sobre el mercantilismo en dos obras: Discurso del comercio de
Inglaterra con las Indias Orientalesy El tesoro de Inglaterra mediante el comercio
exterior.
En estos escritos, el autor considera que una balanza comercial es favorable o desfavorable dependiendo del movimiento de mercancías entre las naciones, sino también los que tienen que ver con los fletes, gastos militares, diplomáticos y otros. Los llamados por él “renglones invisibles”, es lo que en la actualidad se incluye en la balanza de pagos los movimientos comerciales de un país con el resto del mundo, específicamente en la balanza comercial.
Esta de acuerdo en que para tener una balanza comercial favorable, se deben aplicar derechos de aduana (aranceles a la importación de manufacturas) y no prohibir las importaciones, de materias primas (un criterio más inclinado hacia el liberalismo comercial), además de señalar que bajo ciertas circunstancias es ventajoso exportar oro. Otra de sus ideas es que el gobierno tenía que regular el comercio exterior para que la balanza comercial fuera favorable; destaca además la necesidad de mantener bajos los salarios para aumentar la competitividad (medida por cierto poco creativa) y sostener un aumento poblacional, con el objetivo de tener mano de obra abundante y barata.
Durante el siglo XVII, Petty publicó un libro y otros escritos en donde fija su
pensamiento, es considerado como precursor de la aplicación de la estadística
en Economía, es decir, su interés en explicar aspectos relativos a el dinero, los impuestos, la población, el ingreso nacional, etcétera, lo sitúan como una persona que utilizó una metodología más cercana a la medición cuantitativa de las variables económicas.
Petty fue un creyente de las leyes naturales y por ello dudaba de la eficacia de
las intervenciones de lo que el llamaba leyes civiles.
El uso de la estadística elemental, y su postura de reconocer sólo los argumentos “naturales”, es decir, la explicación de los fenómenos por medio de leyes naturales, lo colocan como un personaje que trazo el camino hacia el pensamiento económico moderno.
Al hacer el análisis de los factores de la producción –trabajo y tierra-, anotó que el trabajo era el más importante, porque incluía en el al capital (como trabajo acumulado).
El intercambio (cambio) era considerado como una actividad sujeta a la ley natural, dado que las fluctuaciones en el nivel de precios, tarde o temprano se ajustarían a la normalidad. Los costos de producción eran el factor que mayor influencia tenía en la formación de los precios, y entre los elementos de aquel, el de mayor importancia era el trabajo.
En el aspecto distributivo, Petty señaló tres tipos de renta: la del salario, del terrateniente y la del interés. La renta es un excedente no ganado. Se pronuncia por la no participación del Estado en la fijación del tipo de interés, aduciendo que el interés es un precio.
Con respecto a los salarios, pensaba que estos deberían ser el mínimo necesario para subsistir, además, señalaba que los salarios bajos eran convenientes porque estimulaban al obrero a trabajar.
Precursores del liberalismo.
Se considera que antes de concluir en definitiva el largo período de los mercantilistas, se dieron a conocer una serie de pensadores que son identificados como los precursores del liberalismo económico.
La idea central de los precursores es la no intervención del Estado en los asuntos económicos de las naciones; entre los más importantes se cuentan: Thomas Hobbes, David Hume y Bernard de Mandeville
Thomas Hobbes.
Fue un político y filósofo Inglés autor de una famosa obra llamada “Leviatán” (el nombre se debe a un monstruo mencionado en la Biblia), en ella expone su idea central que consiste en que el Estado debe abstenerse de participar en las cuestiones económicas, por ser contrario al interés personal.
Entre otros de sus argumentos tenemos los siguientes:
Coincide con Petty en que los factores e la producción son la tierra y el trabajo, la fuerza que mueve a la actividad humana es el interés personal el cual es distinto en cada persona, el “Contrato Social” da poder sin límites al soberano, el
cual puede incluso disponer de la propiedad y, el gobierno interviene para
solucionar conflictos por efecto de los intereses individuales.
Nació en Inglaterra, graduándose en la Universidad de Oxford en 1508.En 1636 conoce a Galileo, lo que le permite bajo la influencia de sus ideas, construir una filosofía social que se fundamentó en las ciencias naturales y la geometría. En su obra Leviatán, (1651), se muestra defensor a ultranza del absolutismo.
2.2.2 Fisiócratas.
Con la aparición de los fisiócratas, termina la época de los llamados precursores
y se inicia la etapa de la Economía científica.
Es una escuela del pensamiento, que pregona la idea central de que la riqueza
se obtiene principalmente, por medio de la explotación de la tierra.
Se considera al francés Dupont de Nemours como el que, por vez primera, utiliza el término fisiocracia y que a diferencia del mercantilismo, es realmente una “escuela”, por hacer uso del método científico para estudiar problemas económicos, por armar sistemáticamente un cuerpo de conocimientos, con un conjunto de seguidores del líder Francisco Quesnay.
Se inicia en Francia en 1756 y culmina en 1778, convirtiéndose en una teoría que señalaba al agrarismo, o la agricultura, como la única actividad que generaba un producto neto, y que la industria y el comercio externo no eran tan importantes como la primera.
El personaje considerado como el líder de esta escuela fue Francisco Quesnay, médico francés que trabajó en la corte de Luis XV, establecía un analogía entre lo que sucedía en el cuerpo humano –la sangre circula por todo el organismo- y la sociedad -la riqueza circula en todas las capas sociales.
Sus escritos más importantes fueron los artículos “Agricultores” y “Cereales”, su obra cumbre fue el cuadro económico (Tableau économique), publicado en 1758, después publica otros escritos, llegando a formar una escuela de seguidores entre los que se encontraban Dupont de Nemours, Mirabeau, Le Mercier de la Riviére, y otros.
La fisiocracia fue la respuesta al estado de la situación económica en que se encontraba Francia a mediados del siglo XVIII, el país pasaba por una severa crisis debido entre otras cosas a la actitud militarista expansiva del Rey, a los excesos en los impuestos y a la falta de producción en el campo, así como a la disminución de la población.
El punto de partida de los fisiócratas fue la relación que establecían entre la naturaleza y el hombre, por esta razón, consideraron a la agricultura la actividad por excelencia, aquella que haría posible generar la riqueza, convirtiéndola en una actividad lucrativa.
Sin menospreciar a los diversos autores, el máximo representante de esta teoría como se señaló con anterioridad, fue Francois Quesnay. En su conjunto, la teoría contiene elementos de avanzada, que considerarían poco después los clásicos de la Economía, como por ejemplo el empleo del término “laissez-faire, laissez- passer”(dejar hacer, dejar pasar), atribuida a Vincent de Gournay; además de incluir el primer acercamiento a una teoría general del equilibrio, al anunciar que, la modificación a una parte constitutiva de la Economía provoca un efecto en las demás partes.
Desde el punto de vista actual, la afirmación de los fisiócratas de que la agricultura es la única actividad que genera el producto neto5 (es decir, que deja un excedente), es criticada, porque es un hecho que existen diversas actividades que lo hacen, sin embargo, su mérito se circunscribe en que investigó que sucede con el producto neto. Dicho de otra manera, realizó un estudio en donde señala que los sectores económicos son interdependientes, a la vez que determina los flujos de la renta de una Economía.
El cuadro económico de Quesnay se compone de las siguientes etapas:
1. El análisis inicia con la obtención del producto de la agricultura, estos pueden ser: Verduras, granos, frutas, etcétera.
2. El agricultor retiene parte del producto para cubrir sus necesidades.
3. Lo que “sobra”, es decir, el excedente se vende a la clase propietaria y a
la llamada clase estéril (la forman aparte de los artesanos y sirvientes,
los comerciantes, industriales, las profesiones liberales).
4. El dinero que se obtiene por la venta se distribuye de la siguiente manera: Una parte es para pagar los artículos comprados a la industria, y la otra, para pagar la renta de la tierra.
5. El dinero recibido por los propietarios, son utilizados para comprar bienes de consumo que se compraron a la clase productora, como a la clase industrial.
6. El dinero que recibe la industria, se utiliza para comprar materias primas
y alimentos.
7. El ciclo reinicia cuando el agricultor prepara de nuevo la cosecha.
Aspecto interesante que se aborda en relación a la fisiocracia es el “orden natural”, argumento que define la creencia en una sociedad que tiene una armonía perfecta, lo que permite favorecer la prosperidad de la misma y desde luego el desarrollo de las actividades agrícolas. Existe un orden natural, propio de la providencia, es decir, creado por dios. Las sociedades humanas son regidas por leyes naturales, en donde el hombre es libre, con el poder de prever o modificar los acontecimientos.
Los fisiócratas consideraban en este sentido, que el orden natural era subjetivo y
que las bases eran las leyes referentes a la autoridad y a la propiedad.
De la argumentación anterior surge la idea del dejar hacer, dejar pasar, enunciado este que representa la libertad y que para ellos, redundaría en prosperidad y perfección.
Para los fisiócratas, la propiedad se manifestaba en tres formas: La propiedad personal (libertad del hombre para disponer de sus capacidades físicas y mentales); la propiedad mobiliaria, es decir, la capacidad del hombre para disponer de el fruto de su trabajo, y la propiedad territorial.
En atención a sus perspectivas, los fisiócratas eran partidarios de la libertad de
comercio, ya fuera externo o interno. Solicitaron altos salarios para fomentar el consumo, topes a la tasa de interés con el objetivo de que el rendimiento de la tierra fuese mayor y, no estuvieron de acuerdo con el ahorro excesivo puesto que limitaba el consumo de lo producido, por lo cual eran propensos al lujo. Tal era el razonamiento impulsado por la creencia en el orden natural, en que además, como las facultades del rey eran ilimitadas, ponía en práctica las políticas acorde a tales creencias.
Quesnay tuvo gran aceptación con su teoría, puesto que impulsaron una nueva visión del entorno económico, rumbo al liberalismo, sin embargo, también la fisiocracia tuvo sus detractores o adversarios.
Uno de los principales críticos fue Turgot.8 Considerado por algunos como un disidente de los fisiócratas y por otros como proclive a las ideas liberales. En su obra Reflexiones sobre la formación y la distribución de la riqueza, hace una crítica sobre la predominancia de la agricultura en la productividad de la Economía, el esbozo de la ley de los rendimientos decrecientes y de la explotación de los trabajadores.